En el contexto de incertidumbre actual, está cambiando la situación del mercado inmobiliario. Surgen cambios en los gustos de los compradores, que después del confinamiento se replantean las características de la casa en la que desean vivir, con más luz, con más espacio exterior e incluso viviendas ubicadas en las afueras de las ciudades, en lugar del centro.

También aumentan el porcentaje de gente que busca alquilar, en lugar de comprar, por la mayor rapidez de poder hacer efectivo lo primero y por la flexibilidad y libertad de movimiento en los próximos años viviendo de alquiler y al no estar atados a una hipoteca.

Así lo reflejan estudios realizados por los principales portales inmobiliarios Fotocasa e Idealista, que han detectado un aumento de las visitas a las viviendas de alquiler y a viviendas en las afueras de la ciudad.

Por otro lado con la crisis afectando a diversos sectores de la economía, la inversión inmobiliaria se convierte en refugio en el que invertir los ahorros y que permitirán diversificar el riesgo.

De cara al mercado inmobiliario, se prevé una mayor oferta disponible de propiedades en venta, ya que habrá propietarios que tengan que poner a la venta sus viviendas por el momento de dificultad económica por la que atravesamos. Este aumento de la oferta no vendrá acompañada de un aumento de la demanda, por lo que se producirá una bajada de precios de inmuebles en el mercado, provocada también en algunos casos por la urgencia de vender por parte de los propietarios.

Estas circunstancias, tanto el cambio en las necesidades de los demandantes de vivienda como la nueva situación del mercado inmobiliario, hace que surjan nuevas oportunidades  y un enfoque innovador en la inversión inmobiliaria.